NORIAS DE AGUA (8ª PARTE)
NORIAS DE NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO (VI)
Continuamos nuestro recorrido por las norias de nuestro entorno. Seguimos el curso del río, dejamos las Huertas de los Llanos y nos detenemos en Isla Quemada.
Isla Quemada: Término de Badolatosa, margen izquierdo, perdida. Sus cimientos y gente que vivió allí dan fe, como por ejemplo, el vecino de Badolatosa, Manuel Pineda Pino. Esta noria vertía el agua en su Añaclí, que estaba unido a un canal de madera, de unos cuarenta metros y estaba sostenido por unos palos de madera, en forma de doble escalera. A continuación, el agua pasaba a un muro de tierra, de unos ochenta metros, con su canal de gravilla y cemento, para terminar por canalillo de tierra. El desnivel de los canales de la noria iba de mayor a menor, por estar ubicada en un terreno con un poco de pendiente. El agua llegaba a la riguera y se distribuía a izquierda y derecha.
Isla Quemada: Término de Badolatosa, margen izquierdo, perdida. Sus cimientos y gente que vivió allí dan fe, como por ejemplo, el vecino de Badolatosa, Manuel Pineda Pino. Esta noria vertía el agua en su Añaclí, que estaba unido a un canal de madera, de unos cuarenta metros y estaba sostenido por unos palos de madera, en forma de doble escalera. A continuación, el agua pasaba a un muro de tierra, de unos ochenta metros, con su canal de gravilla y cemento, para terminar por canalillo de tierra. El desnivel de los canales de la noria iba de mayor a menor, por estar ubicada en un terreno con un poco de pendiente. El agua llegaba a la riguera y se distribuía a izquierda y derecha.
(Foto cedida por Rafael Reyes de Jauja) |
Como todas las norias, disponía de una trampilla para cortar el paso del agua. Ésta consistía en un tablero de madera, con dos ranuras a sus lados para su anclaje. El tablero lo subían y bajaban con una cuerda que pasaban a través de una traviesa de hierro.
En cuanto a sus dimensiones eran las siguientes: 8 m de diámetro, con una circunferencia de 25,12 m y el número de cangilones, 63. No tenemos conocimiento de los litros de agua de cada cangilón. En los últimos años que estuvo funcionando regó las fértiles huertas de seis familias de unas 40 personas.
En la actualidad el número de habitantes, que viven en las huertas, se reduce a tan solo tres personas.
En cuanto a sus dimensiones eran las siguientes: 8 m de diámetro, con una circunferencia de 25,12 m y el número de cangilones, 63. No tenemos conocimiento de los litros de agua de cada cangilón. En los últimos años que estuvo funcionando regó las fértiles huertas de seis familias de unas 40 personas.
En la actualidad el número de habitantes, que viven en las huertas, se reduce a tan solo tres personas.
Con la construcción del puente de hierro, en el año 1924, que unía las orillas de Sevilla y Córdoba, estas huertas quedaron separadas por la carretera que hicieron hasta el puente. Previamente, para poder regar las huertas que quedaron en la parte izquierda, la empresa constructora construyó una alcantarilla grande de piedra de medio punto, donde se podía pasar de pie, pero por la riguera. En la actualidad, en la parte izquierda, vive la familia Pineda Jiménez. A él de nombre Ambrosio lo conocemos con el apodo de "Siete kilos".
A primeros de octubre del año 2007, el puente fue desplazado, para en su lugar construir uno, acorde con los nuevos tiempos, pasando éste a ser de uso peatonal. Los cimientos del puente viejo estaban en roca viva y no hubo necesidad de hacer nuevos cimientos dada la resistencia y solidez que tenían. El puente viejo sigue siendo una reliquia. ¡Cuántas anécdotas vividas con su famosa casilla! ¡Cuántas guerrillas de los chavales, de las dos orillas! ¿Cuántos jugaron a valientes, cruzando el puente por sus grandes arcos, con el peligro que tenía? Sinceramente, la mayoría no lo volvió a intentar.
(Foto Adrián Ruiz) |
Esta noria estuvo en activo hasta el año 1975. Por aquel tiempo había en nuestro pueblo una familia de Loja, la familia García Ruiz. Julia, su hija echó raíces en Badolatosa, formando una nueva familia, donde vive en la actualidad. Esta familia tenían varias tierras en arrendamiento, entre ellas una parte de Isla Quemada. Cuando había que hacerle los trabajos de mantenimiento a la noria, esta familia tenía que aportar más mano de obra, en proporción a la tierra que cada uno tenía. Así que dos de sus hermanos Pepe y Emilio propusieron a los demás hortelanos instalar un motor de gasoil. De ésta manera el gasto de su mantenimiento resultaba más económico. A partir de aquí la noria dejó de funcionar. Ésta permaneció en su sitio hasta el año 2013. Anteriormente en el año 2009, un vecino de Badolatosa tomó nota de todas las medidas de sus piezas, antes que los chatarreros dieran cuenta de sus maltrechos restos. Dicha noria fue la penúltima que estuvo funcionando en nuestro entorno.
(Foto cedida por Custodio Borrego Mendoza) |
Ese mismo año de 2009 el Ayuntamiento de Badolatosa encargó un proyecto para poner una igual, en el parque del río, en las proximidades de la actual caseta municipal. Se encargó la ejecución del proyecto a la empresa local, Tecnomorales SL conocidos cariñosamente como "Los Colinas". El objetivo era: Ponerla cerca del río, dónde se pudiera contemplar con todo el esplendor que tenía en vida.
Por los motivos que fueran esta iniciativa no salió adelante. Dicho proyecto y las medidas de la noria están ahí. Ojalá algún día esta bonita iniciativa forme parte de la realidad.
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