NORIAS DE AGUA (5ª PARTE)
NORIAS DE NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO
Continuamos nuestro recorrido por las norias de nuestro entorno. Seguimos el curso del Arroyo del Pontón y nos detenemos hoy en el Portalejo.
Portalejo: Situado en el Término de Badolatosa. En este lugar no había noria pero nos detenemos por ser un lugar de extraordinaria belleza y con mucha historia.
En el margen izquierdo del río había una ribera de huertas. Esta ribera de huertas se dividía en dos, dado que la salida del agua del "Arroyo del Pontón" separaba dichas huertas.
En el lado derecho de la salida de dicho arroyo, vivía la familia Morales Pineda y sus seis hijos. Uno de ellos era conocido con el apodo de "El Peinao" debido a lo bien "peinao" que iba siempre. desde la parte llamada "La Deheza", situada en el Término de Corcoya, y desde "La Caña del río", procedía el agua para el abastecimiento de una parte de la huerta. El agua venía por una riguera que discurría por la parte de abajo del camino. Y la otra parte de la huerta que estaba en el lado izquierdo del arroyo, se abastecía de la alberca rústica, situada en el Arroyo del Pontón. Esta familia eran los propietarios de la zona del Portalejo, por herencia de su mujer. La familia se marchó vendiendo las tierras, incluida la casa, unos años antes de que estallara la Guerra Civil. La casa disponía de cuadras para el ganado, sobre todo caballos. El abuelo tenía verdadera pasión por estos bellos animales. Así nos lo ha manifestado su nieta Dolores Rodas Morales. Por otro lado la familia Borrego Sánchez, con sus ocho hijos vivían en el lado izquierdo del arroyo llamado "El Chorrillo", arroyo cercano a la vivienda. Y a continuación a unos metros se encontraba el "Arroyo del Pontón". Cuando llovía mucho, "El Chorrillo" no hacía honor a su nombre y traía mucha agua, que venía de la parte conocida como "Las Lameillas". Como es lógico, la incertidumbre de que el agua pudiera entrar en su casa, los mantenía siempre en vilo. Su hija María, conocida como "María la del Portaleo" que vive en la actualidad en Badolatosa, da fe. Esta familia tras la construcción del Embalse de Malpasillo y con la huerta ya inundada al igual que las otras, permaneció en la casa hasta que pasado un tiempo se marcharon, dejando lo que había sido su hogar durante años. Las dos familias eran vecinos de Badolatosa. Entre las dos había 18 habitantes.
(Salida del agua del Arroyo del Pontón y a los lados las dos riberas de huertas) |
Continuamos hasta llegar al desaparecido molino harinero de “Don Ambrosio”. Estuvo durante siglos funcionando, estando activo hasta que empezaron los trabajos de la construcción del Embalse de Malpasillo.
Ya en el año 1751 hay referencias escritas sobre su existencia, por parte del Marquesado de Estepa.
La vivienda de los molineros estaba en un rellano cercano al río y en frente del molino. La vivienda era muy frecuentada por ciertos personajes. Según cuentan era un lugar de reunión y punto de encuentro donde se comentaban temas de actualidad en tiempos difíciles. La construcción de la presa en el río estaba formada por piedras y estacas, formando un solo cuerpo con el edificio del molino, que se encontraba ubicado en la margen izquierda. La maquinaria estaba formada por dos pares de piedras de 1,15 m de diámetro, accionadas a rodezno. Una bomba centrifuga, accionada por un rodezno, cuya transmisión se hace mediante un juego de engranajes cónicos, poleas y correa sin fin. Para acceder al molino había un caminito por donde pasaban los animales con la carga. Una vez dentro en un rellanito que había descargaban el grano y lo metían a hombros dentro del molino.
Ya en el año 1751 hay referencias escritas sobre su existencia, por parte del Marquesado de Estepa.
La vivienda de los molineros estaba en un rellano cercano al río y en frente del molino. La vivienda era muy frecuentada por ciertos personajes. Según cuentan era un lugar de reunión y punto de encuentro donde se comentaban temas de actualidad en tiempos difíciles. La construcción de la presa en el río estaba formada por piedras y estacas, formando un solo cuerpo con el edificio del molino, que se encontraba ubicado en la margen izquierda. La maquinaria estaba formada por dos pares de piedras de 1,15 m de diámetro, accionadas a rodezno. Una bomba centrifuga, accionada por un rodezno, cuya transmisión se hace mediante un juego de engranajes cónicos, poleas y correa sin fin. Para acceder al molino había un caminito por donde pasaban los animales con la carga. Una vez dentro en un rellanito que había descargaban el grano y lo metían a hombros dentro del molino.
Fotos Adrián Ruiz: Izquierda-El Palomar. Derecha: Restos de una vivienda |
(Foto Adrián Ruiz: Zona de Huertas y al otro lado del río, Isla Víbora) |
Durante siglos han sido muchos sus molineros. Los últimos molineros fueron “Pepe el de la Ceña” y sus dos hermanos, vecinos de Badolatosa.
Esta familia recibió un dinero por la pérdida ocasionada. La cantidad de dinero recibida fue buena porque ellos pagaban unos impuestos especiales en función de sus ganancias, que en aquellos años eran importantes, debido a los buenos dineros que les reportaba el molino.
Esta familia recibió un dinero por la pérdida ocasionada. La cantidad de dinero recibida fue buena porque ellos pagaban unos impuestos especiales en función de sus ganancias, que en aquellos años eran importantes, debido a los buenos dineros que les reportaba el molino.
Después del molino, siguiendo el curso del río unos metros más abajo había una zona de huertas y vivían dos familias de unos 11 miembros. Donde el agua le llegaba desde la alberca rústica ya citada. El agua venía por una riguera cercana al río. A pocos metros en línea recta hacia el río estaba la primera casa y a continuación la huerta, y por debajo de ésta la otra casa con su huerta. Donde vivía la familia Borrego Serrano de Badolatosa y sus cuatro hijos. Así nos lo ha contado el hijo menor de esta familia, Antonio. Al que le agradezco, la información facilitada sobre sus vivencias y anécdotas en este lugar. Su hermano Paco junto con su esposa Rosario, y los tres hijos que tenían por aquel tiempo fueron los últimos en abandonar las Huertas del Portalejo. Me refiero a la familia Borrego Zambrana. Como dato, en la zona de estas huertas citadas hay un pequeño edificio de construcción cuadrada, usado en su tiempo para la cría de palomos, de ahí el nombre de "El Palomar".
(Foto: Adrián Ruiz. Paso estrecho entre el Portalejo e Isla Mata) |
En el Término de Jauja, antes de llegar a Isla Mata, pasamos por donde se estrecha el río entre dos grandes rocas. La roca del margen izquierdo abasteció de piedras la construcción del Embalse de Malpasillo. El transporte de las piedras se llevaban en unas vagonetas tiradas por mulos, a través de unos raíles. A pocos metros, en su margen derecho, nos encontramos con Isla Mata, nombre por el que también se conocían las actuales huertas nuevas y los olivos que la rodean.
En este lugar había una noria. Esta noria regaba las huertas de unas seis familias formadas por unas 30 personas. A muchas personas las conocemos por sus apodos, siendo una manera más sencilla de conocer a las gentes. Siempre con gracia sana y cariñosa. Estas fueron las últimas familias que vivieron en este lugar: "Los Malaño", "El Borrico", "Joseillo Naranjo", "Los Candiles" y "Pan y Queso". Todos vecinos de Jauja. Así nos lo contaron los hermanos "Cobacho Cobacho", Hilario y Pepe. También regaba las que quedaron por debajo del embalse, unas doce familias, de unos 90 habitantes una de ellas fue la familia Gómez Carrasco. En el año 1947 la familia de la huerta que estaba más próxima al embalse en la zona de Isla Mata, para evitar problemas y conseguir que se marcharan, recibió unas 120.000 ptas. Una suma de dinero considerable, por aquellos años. Estas familias y las del Portalejo pidieron la misma cantidad. Sin embargo, la compañía responsable de la construcción no los equiparó a todos por igual y recibieron diferentes cantidades de dinero. Estas familias y las citadas anteriormente, recibieron entre 15.000 y 7.000 ptas, en proporción a la tierra que tenían. En estas circunstancias, una familia llegó a resistirse a abandonar su hogar al considerar que estaba siendo tratada injustamente. Tanto aguantaron que tuvieron que salir por la puerta de atrás de la casa ya que por delante el agua impedía su salida. Sólo la fuerza del agua logró que esta familia abandonara su hogar con lo puesto. A las huertas que quedaron por debajo del embalse, cuando terminó su construcción, las familias que allí vivían, por haberse librado de la inundación que sufrieron las otras huertas, las llamaron "Las Huertas Nuevas". Desde la construcción del embalse, estas huertas tienen concesión de agua vitalicia, pues ya disponían de agua gracias a la noria de Isla Mata. Desde entonces también disponen de luz eléctrica. Actualmente, en estas huertas tan solo viven 7 personas. Cuando terminó la construcción del Embalse de Malpasillo en el año 1950, y su posterior inauguración en el año 1951 todo lo que había por encima de la presa, quedó bajo las aguas. Solo la noria permaneció varios años en su sitio, donde el agua, poco a poco, la fue deteriorando hasta que se derrumbó. A partir de aquí todo pasó a formar parte de la historia. Siempre nos quedará la belleza que nos ofrece la naturaleza de este emblemático lugar.
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