El Cerezo de las Huertas de la Manga (Último capítulo)
Era una tarde a finales de la primavera y entrada del verano. Una bandada de estorninos se dejó caer en las huertas de La Manga. Después de un día en ayunas, vieron unos frutos rojos y carnosos en unos cerezos. Con tanto apetito y ansia picoteaban, que despertaron al pobre hortelano de su siesta. Con los brazos en alto gritaba, y del susto un estornino se tragó un hueso. En medio de la noche y con la barriga descompuesta el animal al evacuar el hueso resolvió su problema. Un hueso que encontró un ratón de campo en una noche oscura. Que una lechuza lo atrapó en silencio con sus garras y volando chocó con un cable eléctrico. Con suerte se libraron los dos de la muerte y el hueso calló en medio de una herriza donde germinó. Un cerezo que fue creciendo despacito rodeado de vegetación de monte bajo. Él preguntaba por todo y su gran ilusión era ver los cerezos de las huertas La Manga. Habían pasado quince años con sus días y una mañana tuvo una visita inesperada. El hortelano que ...