NORIAS DE AGUA (9ª PARTE)

NORIAS DE NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO (VII)

Continuamos nuestro recorrido por las norias de nuestro entorno. Seguimos el curso del río, dejamos Isla Quemada y nos detenemos en las Huertas del Duque y Badolatosa.

Huertas del Duque: Término de Jauja, en su margen derecho está situada la noria. En cuanto a sus medidas son las siguientes, 16 m de diámetro, con una circunferencia de 50,24 m y el número de cangilones 64. A cada cangilón le cabían unos 25 l de agua. La noria tenía capacidad para sacar unos 1700 l por minuto, cuando estaba a pleno rendimiento. Estuvo funcionando hasta el año 1989-90. A partir de aquí, el agua para su riego se realizó a través de un motor de gasoil. En los últimos años de su actividad, regó las huertas de unas treinta familias, con unos 210 habitantes. Siendo su alcalde Epifanio Cabello Gómez, "Pelitos" y por tanto, la persona encargada de que la noria estuviera siempre en perfectas condiciones de uso.

(Foto Adrián Ruiz)

En Pico Ronco, en los años 60, había un paso, unos bidones con tablas de madera, con su maroma de esparto hacían de barquilla para cruzar el río, hasta el huerto del "Cojo Maroto", en la orilla de Badolatosa. Así el camino se hacía más corto entre las dos orillas.


Estas huertas en tiempos pertenecían al Duque de Medinaceli, que las tenía arrendadas. Con el paso del tiempo, las distintas generaciones las fueron adquiriendo en propiedad.

La noria disponía de una "Atarazana", una especie de cobertizo construido con ladrillos, para guardar los utensilios propios de la noria. La palabra Atarazana es de origen árabe hispánico.     

Esta noria primero fue de madera más pequeña, desde tiempos inmemoriales, por lo que el riego de las huertas era más reducido. Después pusieron una de hierro, más grande, que aumentó las zonas de regadío. Es conocida con el nombre de “La Amalia”. Ponerle nombre a las norias ha sido una práctica tradicional en los campos hispanos a lo largo de la historia. A esta noria hay vecinos que la llaman "Añoreta", por su gran tamaño. Cuando es más pequeña recibe el nombre de "Anorieta".

(Foto Pedro Jesús Villarrubia)

Esta noria está justo enfrente de una fabrica de esparto, propiedad de la familia Dorado Nieto, en la orilla de Badolatosa. A sus lados se sitúan el Arroyo de la Fontana y la calle Añora. Esta espartería terminó su actividad una década antes que la noria.
Desde esta orilla de Badolatosa, nuestra mirada se dirige hacía ella, pues forma parte de nosotros y la nostalgia de no poder ver a la noria en sus años de esplendor nos pone tristes. La alegría de la estación de primavera, se dispone a vestir a los árboles con todo su esplendor, donde el último Símbolo se pierde ante nuestros ojos. Cuando los árboles en invierno poco a poco van despojándose de sus hojas, nuevamente podemos apreciar tímidamente la noria en su parte más alta y parte del muro de conducción del agua. La madre naturaleza sigue su ciclo natural de vida. La vida de la noria con los años si no se le pone remedio perderá para siempre sus siglos de historia. 
Al final de nuestro recorrido haremos un comentario más extenso sobre la última noria de nuestro entorno, que aún permanece en su lugar.

Badolatosa: Está en el margen  izquierdo del río. En tiempos lejanos la parte baja del pueblo fue zona de huertas. Intentaremos explicar su posible riego. La existencia de canales de piedra, barro y ladrillos antiguos aparecidos tras las excavaciones de vecinos próximos a la parte baja, para acometer obras en sus viviendas, podrían indicar que su riego, provenía del Arroyo de la Fontana. Teniendo en cuenta que parte del pueblo está en una ladera que llega hasta la Fuente de la Molina, donde el agua está presente en muchas viviendas, o en pozos de tracción animal. ¡Quizás los restos encontrados nos pueden dar una idea fiable de su posible riego! ¿Cómo se regaban las fértiles huertas de nuestro pueblo? La imaginación de cada ser humano es libre.

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