REGALANDO BESOS

 Amiga Lola Cabello:

Pasaba el tiempo, igual que las estaciones del año. Los olores a rosas, las noches de verano, los árboles desnudos, los charcos en la tierra. Todo pasaba deprisa, cómo el vuelo del halcón peregrino. Nuestra amiga, la que todos conocíamos, una mujer activa, trabajadora y emprendedora, fue cambiando como la noche y el día. 

Pienso que vamos tan deprisa que vivimos sin vivir, que guardamos y callamos, que ocultamos y camuflamos los sentimientos y nos sentimos cada vez más aislados. A veces creemos que somos... que todo está de nuestro lado y se presentan cosas que no estaban en nuestros planes. 

A ti, Lola, poco a poco sin darte cuenta, un viento traicionero como una caricia envolvió tu cuerpo para quedarse. Había pasado el tiempo, no sé cuanto, el calendario corría y nada era igual. Te perdías con facilidad y toda la atención y ayuda que repartiste la necesitabas en las cosas más simples y cotidianas de la vida. 

Yo personalmente te tengo grabado en mi mente, repartiendo besos a todos los que se cruzaban en tu camino. Regalabas besos con cariño, sin pedir nada a cambio, cosa que todos te devolvimos con el mismo gesto de amor. 

El mundo necesita lo que a ti te sobraba, regalar besos. Ahora eras una niña que reías y comías chuches, que preguntabas por todo y sonreías. A veces pienso que la vida es injusta o serán cosas del destino. Son preguntas que nos hacemos esperando una respuesta, o lo dejamos en el aire. La muerte forma parte de la vida desde que nacemos, lo mejor es no saber cuándo.

A nuestra amiga Lola, una mañana temprano la visitaron  sin avisar, sin llamar a su puerta, una invitada que guardaba una fecha, para recordarnos que los besos que nos regalaba anunciaban su despedida. 

Todos decimos que para vivir como estabas mejor cerrar la ventana, todos menos tu madre, ella con todo su dolor quería ocupar tu sitio llorando tu perdida.

Ojalá que tu nueva vida, de la que algunas veces hablamos en silencio como algo misterioso o de otra dimensión, te reciba con  besos, los que nos has regalado a cada vecino y amigo de nuestro pueblo cada vez que nos saludábamos. Descansa en paz.

Mañana ocho de marzo, Día Internacional de La Mujer Trabajadora, animo a todas las mujeres a seguir en la lucha, como luchó nuestra amiga Lola. 

  • Cada mujer es libre de elegir su camino, su luz, sus sueños.
  • Cada mujer merece respeto, puertas sin cerrojos, amor sincero.
  • Cada mujer herida por las manos de maltratadores y machistas, merece perdón  y respeto como victimas del odio.

De paso por la vida.

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