ROGATIVA

Hoy nuestra amiga María Luisa Santos, nos trae en su rogativa, su punto de vista sobre el cambio climático. Todos deberíamos hacer una reflexión y colaborar por el bien del "Planeta Tierra". Gracias por tu aportación y tienes las puertas abiertas de Amigos de la Lectura.

 

Querido diario:

Este verano ha sido muy largo y caluroso, tanto, que le ha robado muchos días al otoño; en consecuencia, el invierno se ha retrasado también. La naturaleza siempre respetó el tiempo de cada estación pero, hoy por hoy, su comportamiento se ha alterado, al igual que otras cosas que han cambiado en nuestra sociedad. Aunque los días se presentan muy fríos y soleados, creo que el azul del cielo se aburre entre tanta soledad, solo los pájaros lo cruzan haciendo piruetas con toda libertad. 

Las sierras de pardos colores, añoran el abrazo de algunas nubes bondadosas que vengan para quedarse; que la niebla juegue a sepultarlas y también a resurgir de nuevo entre soles y sombras. Que suene el silbo del viento y el son de una tormenta culmine con el iris coronándolas. Es invierno, pero no llueve, y la sementera apunta y tirita con el forro de la escarcha que se derrite al cálido suspiro del sol.

El gélido invierno ha llegado y con él las fiestas, pero echo en falta llegar a casa y encontrarme con todos a la mesa. Contemplar desde la ventana los largos días de lluvia mientras estudiaba al calor del brasero. Echo de menos el chorro del canalón y el cansino pon, pon, pon de las canales agujereando el acerado.

Recuerdo el café migado con churros o rebanadas, las migas con chocolate acompañadas de zanahorias moradas que se elaboraban en honor al día de lluvia y, hasta echo de menos el humo asfixiante del tizón y el olor de la alhucema perfumando el ambiente.

Echo en falta tantas cosas ..., que quiero que mi carta sirva como una pequeña rogativa a esta enorme sequía que padecemos, y que hoy, que es un día de deseos, el Niño Jesús me escuche, a mí y a todas las personas que sé que también ruegan por el mismo motivo.

No es invierno si no llueve y hasta el alma se nos moja.

 

María Luisa Santos