NORIAS DE AGUA (10ª PARTE)

NORIAS DE NUESTRO ENTORNO MÁS CERCANO (VIII)

Continuamos nuestro recorrido por las norias de nuestro entorno. Seguimos el curso del río, dejamos las Huertas del Duque y Badolatosa y nos detenemos en los Huertos del Remolino.

Huertos del Remolino: Término de Badolatosa, margen izquierdo, perdida. Esta noria vertía el agua en una alberca rústica de madera y el agua discurría por canalillo de tierra y piedras. En su parte final le ponían una tablas de madera apoyadas en un pequeño muro para su distribución hacia las rigueras. 

El último vestigio relacionado con la noria fue un muro de piedra, hasta donde llegaba el canal ya citado, que distribuía el agua, a la izquierda donde había una casa y que se conoce como el huerto “Pitilleo”, donde vivía la familia González Pineda y a la derecha para el resto de los huertos. En éstos, había cuatro casas. La última familia en marcharse de esta parte fue la familia González Ruiz, y lo hizo allá por el año 1966. Mi agradecimiento a su hija Isabel y a su primo Damiano por su colaboración.


(Foto: A. Ruiz. Ultimo vestigio relacionado con la noria, ya desaparecido también)


En una certificación del ayuntamiento, aparece que en el año 1950 había cinco viviendas con 38 habitantes y en el año 1960 con 32 y las mismas viviendas. Decir también que en una fotografía aérea tomada en el año 1979 se aprecian las cinco viviendas. Estos huertos estaban en arrendamiento a una familia adinerada del pueblo, la familia Santaella, que vivían en lo que se conoce como la Casa Grande. Por testimonios de familias que vivieron allí, no recibieron ninguna compensación por las perdidas que le ocasionaron. Esta noria estuvo en activo hasta la riada, que tuvo lugar en febrero del año 1963. Siendo la antepenúltima noria de nuestro entorno que estuvo funcionando. A partir de aquí unos chatarreros la desmontaron y se la llevaron.

Como todas las norias, sufrió muchas crecidas del río, por lo que el canal de la noria, se llenaba de barro y había que limpiarlo. En cierta ocasión se
“alimó”. Hartos los hortelanos de quitar lima, desistieron de tal empeño. En otra reciente crecida del río el agua hizo el resto del trabajo. 



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